No fue hace tanto y parece una eternidad. Así es la percepción del tiempo, inseparable de nuestra subjetividad y vivencias. Desde la salida del capítulo 1 el pasado 20-N hasta hoy cuando me dispongo a lanzar el capítulo 2, me (nos) ha pasado de todo. Ese todo empapa este álbum, que como todos los míos, se estructura bajo un concepto y una línea narrativa con un objetivo muy claro: partituras pa' partir fascistas. Y esto es lo que traigo, una diversa gama de partituras pa' partirlos.
En una época en la que seguimos perdiendo seres queridos, este álbum es un grito: ESTAMOS VIVOS. Pero estar vivo no es lo mismo que malgastar el aire que respiramos. Estar vivo es ver el mundo desde una perspectiva crítica, especialmente en una época en la que nos invaden raperillos de derechas, raperos descomprometidos con todo lo que no sea su bolsillo y sus intereses particulares, una época de confusión, sobreinformación y pérdida de la lucidez crítica, los medios haciendo que amemos a nuestro opresor y tiremos piedras sobre nuestro propio tejado, conspiranoia, bulos, en la que la violencia se legitima como mala, pero sólo cuando es dirigida contra "ellos".
El azote de la derecha, el anacionalista, el de Hardcorecón via Brooklyn, el que no se muerde la lengua porque duele, el fuerte de mente, el doctor antirracista, el antifascista hasta la médula, el macarra intelectual, el poeta violento viene a por ti de nuevo con rimas maduras para su público, ese público exclusivo y maduro deseando poder escuchar lo que siempre le ha chanado, pero nuevo. Partituras para partir a aquellos que por mucho que lo intenten, no me (nos) pueden doblegar. Desde los infrahumanos de ultraderecha que participan en linchamientos mediáticos hasta la ultraderecha (la derecha siempre es ultra) más sofisticada que envía cartas a decanatos universitarios para pedir el despido de los profesores que les desenmascaran, les denuncian y se les enfrentan. Me los paso a todxs por donde nadie debería pasar.
Ante todos ustedes: LA VIOLENCIA ES MALA... PARA ELLOS.
No fue hace tanto y parece una eternidad. Así es la percepción del tiempo, inseparable de nuestra subjetividad y vivencias. Desde la salida del capítulo 1 el pasado 20-N hasta hoy cuando me dispongo a lanzar el capítulo 2, me (nos) ha pasado de todo. Ese todo empapa este álbum, que como todos los míos, se estructura bajo un concepto y una línea narrativa con un objetivo muy claro: partituras pa' partir fascistas. Y esto es lo que traigo, una diversa gama de partituras pa' partirlos.
En una época en la que seguimos perdiendo seres queridos, este álbum es un grito: ESTAMOS VIVOS. Pero estar vivo no es lo mismo que malgastar el aire que respiramos. Estar vivo es ver el mundo desde una perspectiva crítica, especialmente en una época en la que nos invaden raperillos de derechas, raperos descomprometidos con todo lo que no sea su bolsillo y sus intereses particulares, una época de confusión, sobreinformación y pérdida de la lucidez crítica, los medios haciendo que amemos a nuestro opresor y tiremos piedras sobre nuestro propio tejado, conspiranoia, bulos, en la que la violencia se legitima como mala, pero sólo cuando es dirigida contra "ellos".
El azote de la derecha, el anacionalista, el de Hardcorecón via Brooklyn, el que no se muerde la lengua porque duele, el fuerte de mente, el doctor antirracista, el antifascista hasta la médula, el macarra intelectual, el poeta violento viene a por ti de nuevo con rimas maduras para su público, ese público exclusivo y maduro deseando poder escuchar lo que siempre le ha chanado, pero nuevo. Partituras para partir a aquellos que por mucho que lo intenten, no me (nos) pueden doblegar. Desde los infrahumanos de ultraderecha que participan en linchamientos mediáticos hasta la ultraderecha (la derecha siempre es ultra) más sofisticada que envía cartas a decanatos universitarios para pedir el despido de los profesores que les desenmascaran, les denuncian y se les enfrentan. Me los paso a todxs por donde nadie debería pasar.
Ante todos ustedes: LA VIOLENCIA ES MALA... PARA ELLOS.
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